domingo, 13 de abril de 2008

HISTORIA UNIVERSAL Y PREHISTORIA.




CONCEPTO DE HISTORIA






La Historia es el estudio o la ciencia que estudia los hechos o fenómenos (de todo tipo y de toda duración) trascendentes de la vida de la humanidad, en todas sus conexiones, tanto sincrónicas (con hechos de la misma época), como diacrónicas (con sus antecedentes y causas, y con sus consecuencias). Diacrónico significa de épocas diferentes: anteriores o posteriores. Sincrónico significa que es de la misma época, simultáneo.


Fenómenos históricos según su duración:
de corta duración: acontecimientos. Son los que se producen en unas horas o días. (El crack del 29)
de media duración: coyunturales. Se desarrollan en pocos años. (La I Internacional)
de larga duración: estructurales. Se desarrollan en siglos. (La romanización, la Reconquista).
Profundización y ampliación de la definición de historia


La historia es la ciencia que estudia la interconexión sincrónica y diacrónica de los fenómenos importantes, proyectivos, de la vida de la humanidad que transcurre en el tiempo; los fenómenos, por tanto, que tienen la suficiente importancia para proyectarse en las épocas siguientes, en el futuro a través del presente; fenómenos de todo tipo -económico, social, político, cultural, artístico, religioso- y de toda duración -larga, media o corta-. Son procesos, pero no hay inconveniente en llamarlos hechos pese al malentendido positivista. El problema del positivismo no es que potencie demasiado los hechos, sino que no quiere considerar todos los hechos, sino sólo los cuantificables, medibles y, sobre todo, compatibles con su creencia de lo que es científico; y descarta los que los pueden valorar y dar sentido, precisamente los más vitales.


Hay hechos trascendentes y hechos que se agotan en su puro pasar, como dice Millán Puelles. Los primeros, por influir en el curso del acontecer humano ulterior y dar a éste una orientación, entran en la historia; los otros, como cerrados y estériles, quedan fuera de ella. Aquello a lo que compete ser histórico es actual en tanto que presente considerado de manera formal, no material; lo histórico se define únicamente por su permanencia. En este sentido, toda historia es historia contemporánea. Cada situación histórica presenta una interconexión sincrónica de elementos de todo tipo, pero además tiene -según el mismo autor- un doble contexto previo y posterior, una dirección proyectiva, además de una dimensión retrospectiva. Lo que hace ser histórico a un fenómeno es la virtualidad por la que trasciende. Historiar, por tanto, es conocer la virtualidad de los fenómenos. De ahí el carácter formalmente conectivo de todo conocimiento histórico. Establecer la conexión es el conocimiento histórico. Lo demás lo es sólo indirectamente, materialmente, si sólo es preparar los materiales. La forma del conocimiento histórico es la síntesis dinámica y conectiva de la continuidad de los fenómenos o procesos. Analizar objetos históricos aislados no es tarea histórica. Pero sí insertar en su contexto histórico ese análisis, que puede tomar del economista, sociólogo, filósofo, etc., o hacerlo él en cuanto economista, sociólogo, filósofo. Esto es combinar lo lógico con lo cronológico adecuadamente. Establecer el sentido general correcto y, en él insertar los datos trascendentes que lo indican verificados concienzudamente.


Todos estos planteamientos enlazan y se aplican a la metodología didáctica. Como trabajar la cronología más que como memorización de fechas, como búsqueda de las fechas de fenómenos históricos significativos, exponiendo su significado. Así se ayuda a evitar la cuantofrenia (Gurvicht). En el conocer histórico, el entendimiento lleva a unidad conectiva los elementos plurales coimplicados y verificados. Su única norma es la verdad. Así se puede superar la visión burocrática de la historia y también la manipulación histórica de signo contrario.


Todo ello utilizando el lenguaje común, llano, sencillo, sobrio que, por otra parte, es el más apropiado en historia, no la pedantería, que es inapropiada en todo. La historia nunca ha sentido la necesidad de usar tecnicismos, llega a decir F. Suárez; y Braudel recomienda taxativamente usar las palabras vivas del lenguaje vulgar. Lo cual no quita, sino que, al contrario, exige aclarar a los alumnos los tecnicismos y terminologías tópicas de las escuelas de moda para que les pierdan el miedo y para que sepan manejarse con soltura ante las realidades más allá de la barrera de las apariencias.


Libertad y verdad en la historia las ciencias humanas o sociales no son deterministas. No pueden conseguir establecer leyes deterministas que permitan conocer el futuro humano en términos matemáticos a partir de datos empíricos naturales. Hay que tener en cuenta la personalidad libre de cada individuo en la multitud de las sociedades humanas. No obstante, hay una parte condicionada en la libertad de los actos humanos. Hay que contar con lo condicionando, con lo que el hombre decide y con lo que no decide.


Es evidente que el hombre como animal racional que es, según la expresión aristotélica, es un ser por una parte biológico, sometido como tal a las leyes de la bioquímica. Y entra en los esquemas de la caracteriología por la interacción psicosomática. Además está inmerso en la naturaleza. Asimismo es evidente, por otra parte, que, como ser racional y social por naturaleza -también según el mismo Aristóteles-, tiene tendencia siempre a la afirmación y realización de valores tales como verdad, justicia, bondad, fraternidad, solidaridad, laboriosidad, creatividad... Y que tiene pasiones que someter para que impulsen en el mismo sentido, porque si no, frustran esos valores sometiéndole y convirtiéndole en un mal para sí mismo y para los demás.


Por su parte, la Sociología nos indica que además de los factores de la naturaleza, existen los factores sociales y económicos y que también influyen en el quehacer humano: factores geográficos y demográficos; las condiciones económicas tan ligadas a su vez a las geográficas y a las demográficas, además de a los factores culturales; sociales (idiosincrasia nacional o regional, costumbres, tradiciones, propaganda y publicidad, presión social, control social); políticos (coacciones, presiones, interiorización ideológica, terrorismo)... Todo esto es verdad que condiciona los actos humanos, sobre todo considerados a escala social. Y que hay muchos actos reflejos e instintivos, pasionales, influidos y coaccionados por la propaganda y otras presiones y no tan puramente voluntarios, incluso y sobre todo en los que dicen hacer lo que les da la gana. Pero todo esto no elimina la voluntad libre: una cosa es que la voluntad pueda o no y otra muy distinta que en lo que pueda, poco o mucho, sea libre, como dice Ferrán. Y el papel de la libre voluntad humana es la afirmación y realización de aquellos valores a través de los condicionamientos materiales y sociales y sirviéndose de ellos incluso. La libertad es la liberación de las coacciones del mal precisamente, el poder liberarse, o en realidad ser liberado de las coacciones nocivas, no tener siempre que obrar mal forzadamente, coaccionados interna o externamente, sino poder obrar bien.


La verdad no obstante, se les puede llamar ciencias a las sociales en el sentido de que buscan un conocimiento demostrativo con pruebas de la verdad de sus conclusiones. Y lo buscan con métodos que pueden ser de alta especialización, utilizando a veces la tecnología más moderna para obtener información de sus fuentes y procedimientos matemáticos en el tratamiento de sus datos. El objeto de la Ciencia es la verdad o, lo que es lo mismo, lo que busca la ciencia es el conocimiento de la realidad. No subjetivismos, que son fuente de enfrentamiento, sino la verdad, en la cual todos podemos coincidir. Como decía Machado (Proverbios y cantares, LXXXV):

Y también, en lo que se puede aplicar para rechazar el concepto burocrático de la historia, como lo expresaba Einstein en carta al ministro de Educación de Mussolini antes de 1932:
"El deseo de alcanzar la verdad debe anteponerse a todos los demás. Fue este principio el que permitió a nuestra civilización iniciar su desarrollo... la búsqueda de la verdad científica, al margen de los intereses prácticos de la vida cotidiana, es algo que todo gobierno debería considerar sagrado, y, en interés de todos, debería dejarse trabajar en paz a los honrados servidores de la verdad".


La Geografía y la Historia vienen integrando desde hace muchísimo tiempo todo un conjunto de elementos materiales de las otras ciencias sociales, además de otros de las ciencias naturales y de algunos operativos matemáticos y, por supuesto, son informadas por las concepciones filosóficas subyacentes o explícitas, pero siempre decisivas para comprender y, por tanto, para expresar los conocimientos históricos: "La verdad de la historia está en función de la verdad de la filosofía que el historiador pone en juego" (H.I. Marrou).


De hecho, los profesores de Geografía e Historia conocemos por lo general las otras ciencias sociales a través de esta integración y utilización de sus conocimientos en nuestras disciplinas habituales, pero desde el punto de vista, u objeto formal, geográfico o histórico. El objeto material puede ser y es el mismo que el de otras ciencias, pero el objeto formal, lo que hacen con esos materiales, las define como ciencias diferentes esencialmente. Cada ciencia recibe sus principios de su ciencia superior. El concepto de lo que son las cosas y de lo que es el hombre y de todo lo humano lo reciben la Historia y la Geografía de la Filosofía. Cuando el geógrafo y el historiador, para hacer su Geografía y su Historia, conocen y definen esencialmente lo que es el hombre y todo lo humano, para explicar cómo ha llegado a ser lo que es y cómo se distribuye por la superficie del planeta, lo conocen y definen haciendo filosofía. Aunque sea partiendo de lo que diga el filósofo, es el geógrafo y es el historiador quienes lo tienen que comprender y expresar ellos. Y así lo hacen, sea buena filosofía, o falsa filosofía, como acontece.


El concepto de Prehistoria


La necesidad que siente el hombre de comprenderse a sí mismo a través de su pasado le ha impulsado a la búsqueda incesante de su historia colectiva más remota. El hombre prehistórico, desconocedor del lenguaje escrito, transmitía oralmente a sus sucesores las experiencias de sus descubrimientos. Este período es, con mucho, el más dilatado de la historia de la humanidad. Con la invención de la escritura, la historia alcanza contornos más precisos, aunque se limita al registro de los hechos que tienen como centro la descripción de los acontecimientos más heroicos y gloriosos de las respectivas civilizaciones que glosa. Serán los griegos quienes darán a la historia un perfil más objetivo y científico. Así Herodoto, Polibio, Tucídides y Pausanias se dedicaron al estudio del medio geográfico, social y político en que se sustentaban las grandes civilizaciones del pasado. La Edad Media representó una ruptura con este proceso, para dar paso a una concepción estática y determinista de todo lo social. El Renacimiento, que inaugura una fructífera etapa del desarrollo humano, va a ser el punto de partida de una nueva concepción de la historia. Los grandes descubrimientos geográficos, el auge del comercio y el desarrollo científico conducirán a los profundos cambios sociales y políticos de finales del siglo XVIII y del siglo XIX. Es en este momento cuando la historia adquiere un rango verdaderamente científico. De una historia exclusivamente militar, política o diplomática se pasó a una nueva concepción que, sin olvidar los elementos de la historia tradicional, incorporó el estudio de la economía, la sociedad y la cultura.

El análisis, la comparación y la especialización darán lugar a la aparición de las grandes síntesis históricas y de las grandes escuelas. Por motivos de tipo pragmático la historia se suele dividir en Prehistoria, Edad Antigua, Edad Media, Edad Moderna y Edad Contemporánea. Conviene precisar que esta división puede resultar arbitraria. En primer lugar porque el devenir histórico es un proceso unitario y, en segundo término, porque los distintos niveles de evolución histórica no siempre son equivalentes para todas las culturas o sociedades situadas en las mismas coordenadas temporales.

Más allá de sus evocaciones románticas, el término Prehistoria resulta algo confuso, puesto que semánticamente designa lo que ha acontecido antes de la Historia. Sin embargo, arbitrariamente hemos convenido que en la Prehistoria caben todas aquellas culturas desarrolladas por el hombre anterior a las grandes civilizaciones protohistóricas y prehistóricas. Nos estamos refiriendo a las sociedades forjadas por homínidos emparentados con nosotros y a cuyo conocimiento accedemos gracias a los objetos manufacturados o manipulados que nos han legado y que nos proporcionan una información valiosa sobre su forma de vida, sus actividades artísticas, espirituales, económicas, etcétera. Se trata de la época más dilatada de la aventura humana, cuyos perfiles son a menudo oscuros y extremadamente variados en el espacio y el tiempo, y cuyo estudio precisa del concurso de múltiples ciencias auxiliares, como arqueología, edafología, geología, botánica, paleontología, antropología, física, química y matemáticas, entre otras.

Ofrecer el panorama general de algo tan complicado y tan prolijo como es la Prehistoria resulta difícil. En realidad, establecer los límites culturales es relativamente fácil: la Prehistoria se inició con las primeras evidencias de la actividad humana y concluyó cuando aparecieron los primeros textos escritos. Por otra parte, se da la paradoja de que la mayor parte de la historia del hombre es Prehistoria, puesto que, en comparación, la historia escrita ocupa un lapso de tiempo francamente exiguo: unos cinco mil años solamente dentro de un período total de dos millones. Habida cuenta de que la finalidad de la Prehistoria es reconstruir el pasado del hombre, para alumbrar lo que ha sido la época más dilatada de la historia de la humanidad, habrá que centrarse y hacer hincapié precisamente sobre este pasado, a menudo oscuro. La Prehistoria es una de las ramas históricas más jóvenes, nacida hace poco más de un siglo. Sin embargo, recoge los hechos del pasado más remoto de la humanidad que son, quizás, los de más difícil interpretación. Así, aunque esta etapa es la más larga de la historia de la humanidad, la documentación con que se cuenta para reconstruirla no es mucha. Hay momentos de los que sólo se tienen algunos instrumentos de piedra y, en el mejor de los casos, los restos de los animales que sirvieron de alimento. En estas circunstancias, resulta difícil poder determinar cuáles fueron sus modos de vida, de manera que, en vez de hablar de cultura, hay que referirse a complejos industriales, ya que sólo se dispone de las industrias (herramientas y útiles), y a veces tan primitivas, que la información que aportan resulta muy escasa.


Fuente bibliográfica: Gran Enciclopedia Interactiva
© 2006 EDITORIAL OCEANO



La división de la Prehistoria: el Paleolítico


Basándose en los escasos restos materiales hallados, en la actualidad se acepta comúnmente que, hacia la mitad de la era cuaternaria, el hombre había iniciado ya su camino como fabricante de utensilios y herramientas: básicamente hachas de mano (bifaces) y toscos guijarros tallados de un modo rudimentario, que se utilizaban para la caza y la defensa personal.

Durante el Paleolítico Medio, la industria lítica se perfecciona sensiblemente, al tiempo que se reduce de tamaño. Este progreso técnico viene representado por la cultura musteriense, que se extendió por parte de Europa y Asia y el norte de África. Ligado estrechamente al Musteriense se desarrolla un homínido, el Homo sapiens neanderthalensis u hombre de Neandertal (80 000-35 000 a.C.), que ha sido calificado de paleoántropo, porque presenta rasgos evolutivos superiores respecto a los homínidos anteriores, y que habría dado paso al hombre moderno, el Homo sapiens sapiens, en pleno Paleolítico Superior.

Los neandertales vivían agrupados en hordas y se dedicaban a la caza, la pesca y la recolección de frutos de árboles y plantas silvestres, y también de granos de gramíneas no cultivadas.
Sin embargo, estaban mejor armados que sus predecesores y pronto empezaron a dominar el medio que les rodeaba, así como a enterrar a sus muertos, practicando formas de enterramiento muy elaboradas que hacen suponer complejos cultos ceremoniales.

Los hombres de Neandertal desarrollaron así mismo una cierta especialización en la fabricación de sus útiles. Las grandes creaciones artísticas del Paleolítico Superior muy avanzada ya la última glaciación se sitúa el Paleolítico Superior. El continente europeo fue invadido por tribus asiáticas que, fundiéndose con el sustrato humano anterior, imprimieron un cambio trascendental a la cultura y a la población. La nueva oleada de pobladores trajo consigo técnicas distintas en el trabajo de la industria lítica (hojas, puntas, raspadores y buriles), que cada vez era más pequeña, aunque más eficaz.

Pero, quizás, la mayor innovación fue el trabajo del hueso y el asta de venado. Las nuevas técnicas son características de la etapa final del Paleolítico Superior y sus ejecutores son los representantes de un nuevo homínido, el de Cro-Magnon, que ya se considera un neántropo, un Homo sapiens sapiens, bastante semejante al hombre actual. Estos pueblos, junto con sus diversas culturas de cazadores de caballos, renos, ciervos, mamuts y bisontes, ocuparon durante miles de años Europa, las tierras bañadas por el Mediterráneo y grandes extensiones del norte de Asia y África.

Dentro del Paleolítico Superior se incluye también la cultura solutrense, que, en el occidente europeo, impulsó el surgimiento de hordas de cazadores armados con arcos y flechas de magnífica punta de sílex en forma de laurel o de pedúnculo. Extinguida la cultura solutrense, se impuso una nueva basada en la caza del reno y caracterizada por un esplendoroso desarrollo de la técnica del hueso y del asta y la reducción de los útiles de sílex: la cultura magdaleniense.


Fuente bibliográfica: Gran Enciclopedia Interactiva
© 2006 EDITORIAL OCEANO



La división de la Prehistoria: el Neolítico

La palabra neolítico se aplica al período en que el hombre trabaja la piedra con una nueva técnica, el pulimento. Sin embargo, lo que en esencia caracteriza al Neolítico y que supone un cambio radical en relación con las bases económicas del Paleolítico, es el aprendizaje de técnicas que permiten al ser humano producir alimentos para su subsistencia. De esta manera, el hombre abandonó su estrategia adaptativa predadora del entorno, basada en la simple recolección de plantas y frutos silvestres. A pesar de que se usa el nombre de Revolución Neolítica, no se trata de una ruptura con el orden anterior, sino que más bien lo que se produce es un largo proceso en el que coexisten, incluso en un mismo espacio, formas de explotación basadas en la caza y la recolección, con el aprendizaje de técnicas de producción y mejora genética de cultivos, especialmente de gramíneas, y con la domesticación de animales. Este proceso cambia de sentido cuando en una región determinada las nuevas formas agrícolas y ganaderas, combinadas con la producción artesanal y una cierta diferenciación de funciones entre sexos, dan lugar al surgimiento de categorías sociales responsables de la organización de la producción y de las ceremonias de culto.

La concurrencia simultánea de estos procesos permitirá a su vez el establecimiento sedentario permanente a un número cada vez mayor de habitantes. Aparecen entonces aldeas, poblados y ciudades y se desarrollan una serie de técnicas como la cerámica, el tejido, la rueda, el palo cavador y, finalmente, la metalurgia.

Junto a la agricultura, la domesticación de animales fue otro de los rasgos revolucionarios del Neolítico. Se cree que el primer animal domesticado fue el perro, auxiliar del cazador, al que seguirían otros: el buey, el caballo, el asno, la cabra, la oveja y el cerdo, que convirtieron al cazador paleolítico en pastor.

Religión de los pueblos prehistóricos: si desde el Musteriense adquiere gran importancia el culto a los muertos (lo cual es indicativo de un importante grado de espiritualidad), el Paleolítico Superior, en especial el Magdaleniense, supuso el desarrollo de formas de culto colectivo, deducido de la proliferación de pinturas rupestres y de estatuillas de diosas de la fertilidad denominadas Venus paleolíticas. Gracias a los restos funerarios conservados y al descubrimiento de centros de culto se sabe que, a partir del Neolítico, se hace evidente la importancia del culto a los muertos, así como la construcción de grandes monumentos megalíticos (mega = grande y litos = piedra).

Dolmen Monumento megalítico formado por varios soportes de piedra verticales sobre los que descansa una losa horizontal.Pinturas rupestres Representaciones humanas y animales asociadas a ritos mágicos para fomentar la suerte y abundancia en la caza y una mayor fertilidad.

El hábitat: el ciclo de los cultivos obliga al hombre prehistórico a permanecer en lugares próximos a los mismos, para velar por la abundancia de la futura cosecha. Aparecen, así, las primeras aldeas y poblados. Los poblados prehistóricos más antiguos que los arqueólogos han exhumado estaban formados por casas dispuestas irregularmente. En ocasiones, aparecían rodeados por una zanja o empalizada. El poblado de Jericó (Palestina) estaba protegido por altas y fuertes murallas. Los materiales empleados para la construcción de las viviendas variaban según las distintas condiciones climáticas y los materiales disponibles (piedra, madera, barro, juncos, paja y otros vegetales ligeros).

También variaba la forma de la vivienda, siendo las de planta rectangular o circular las más represen tativas de este tipo de poblados.

El desarrollo de la cerámica :Tradicionalmente, la cerámica se ha considerado como uno de los elementos más característicos de las culturas neolíticas.

Posteriormente, este punto de vista se modificó al comprobarse que muchas sociedades neolíticas avanzadas desconocían el uso de la técnica alfarera, mientras que determinadas culturas nómadas y de cazadores-recolectores utilizaban en sus desplazamientos vasijas y también recipientes de cerámica para guardar generalmente los alimentos. El uso de recipientes de arcilla endurecidos al horno permitió una notable variación en la dieta de estos pueblos agricultores-ganaderos, ya que gracias a la cerámica se podía cocer los alimentos.

Pero, junto a esta cerámica, destinada a usos prácticos y cotidianos, aparece otra cuya finalidad es fundamentalmente estética y en la que el elemento decorativo es fundamental. La cerámica de Tell-Hassuna (poblado exhumado de Irak), marca la transición hacia las sociedades pre urbanas de Mesopotamia.

Alfarería Arte de fabricar vasijas y objetos de barro cocido, surgido con la vida sedentaria del período neolítico.Estatuillas Representaciones femeninas ligadas a una dimensión ritual favorecedora de la fecundidad humana.


Fuente bibliográfica: Gran Enciclopedia Interactiva
© 2006 EDITORIAL OCEANO










10 comentarios:

Laura dijo...

La histoia la han venido construyendo nustros ante-pasados hasta llegar a lo que somos hoy en día. La história ha venido evolucionando en gran manera. Por eso debemos leerla, para saber y entender cada detalle del pasado.
Jessica Jimenez, Sección 2- Nocturno.

Unknown dijo...

Hola buenas tardes... La historia es todo aquello que pertenece al pasado y al presente, debemos ser muy criticos y lectores para poder llegar a entenderla, sin embargo es nuestra dedicación y empeño lo que hace que esto pueda se, por eso tenemos que interesarnos más por nuestros antepasados y lo que ocurre hoy en dá...
Alexandra Luigi, Sección 2 Edc. Integral Nocturno

Migdalia Canelón dijo...

La historia es una ciencia que narra los sucesos más transcendentales de cada época, esta recoge o reúne hechos que conciernen a la religión, la política, las tradiciones, creencias…y la cultura de los pueblos, de la sociedad, a través del tiempo. La historia se escribe todos los días, por lo que se puede definir también como una herramienta para las personas, ya que gracias a ella se transfiere información importante de generación en generación; esto nos mantiene vivos en el tiempo, afianza nuestra lealtad y respeto por nuestras raíces, evitando así que se pierda la esencia de cada época, de cada momento significativo...Es por esto que debemos estar atentos, y enriquecer nuestro conocimiento. Migdalia Canelon seccion 2 nocturno

HerramientasDurlaynivelacion402 dijo...

La historia esla manera más bella de recrear cosas trascendentales sucedidas en tiempos anteriores. Para entender la historia es necesario vivirla de la misma manera que nuestros ancestros, para ello debemos seguir una serie de normas y como ciencia (Historia) debemos sustentarla en lo palpable(en lo real)y hacer de ella una forma eficaz de seguir divulgandola.
Debemos puntualizar que la Ciencia Historia Universal estudia el mundo a nivel integral como un todo y que utiliza los miosmos mecanismos de estudios en cualquier extension de la tierra.

Unknown dijo...

buenas tardes, la historia es un ambito muy amplio que abaraa desde nuestros antepasados hasta hoy endia. por tanto debemos interesarnos y estudiarla profundamente para asi poder llegar aentenderla y no se nos dificulte...
NAIROBY MANZANARES

glamgirl dijo...

La historia para mi es muy(sino la más)importante, ya que gracias a ella es posible tener al alcance todos los conocimientos q poseemos hoy día. Partiendo del punto de la prehistoria donde el hombre busco y encontro la manera de transmitir sus descubrimientos,vivencias y necesidades; allí se dió el inicio de la evolución. La curiosidad y necesidad lo llevo a la busqueda de abrigo,descubrir lo sano de lo venenoso o perjudicial, descubrir como cazar, cura de enfermedades, a donde emigrar cuando se acaba el sustento. Sin ese principio y la transmición de dichos conocimientos a través de las generaciones no podemos saber donde o como estariamos ahora...-

CRengifo dijo...

Desde que se conoce de la existencia del hombre, este ha tenido la necesidad de dejar plasmado en algún lado o lugar su ir y venir en el tiempo. El estudio de la historia universal, nos encamina y enseña una cantidad de rasgos de vivencias de nuestros antepasados. Antepasados estos que construyeron y forjaron la humanidad propiamente dicha. Esta simbiosis socio-científica ha servido para indagar y escudriñar que ha sido de éste ser viviente, inteligente y creador "EL HOMBRE".
Debemos aprender de nuestro pasado con sus aciertos y desaciertos que
nos encaminan a un mejor futuro.
Carlos Rengifo. 6.873.475.
Educacion Integral. Nocturna Secc 2

Lic. Albis R Pérez dijo...

Historia es una de ciencias que utiliza el hombre para el estudio de los acontecimientos del pasado exponiendo siempre que debe existir una relación con el hombre mientras que la historia universal es el conjunto de hechos que surgen con mayor interés de las causas que se han desarrollado a través de los tiempos vividos por la humanidad. El período conocido como prehistoria comienza a partir de la aparición del hombre, y estudio se basa en los restos de materiales encontrados hasta el momento: vasijas, piedras talladas, armas, dibujos y restos humanos y sepulturas que permiten determinar la edad de piedra tallada. La edad de bronce, edad de hierro.

reina marilia dijo...

La historia es la ciencia que tiene como objeto de estudio el pasado de la humanidad y como método el propio de las ciencias socialesLa Prehistoria necesita de la ayuda de otras ciencias auxiliares, como la Arqueología y la Paleontología para encontrar vestigios dejados por el ser humano primitivo (restos humanos, instrumentos y utensilios).
Se divide en tres grandes etapas: El paleolítico, El Neolítico, La Edad de los Metales reina rivas CI 14.873.342

Unknown dijo...

la historia es la ciencias que estudia el ser humano, que estudia para el conocimiento del pasado y el presente ya que debemos ser muy criticos al leer algo sobre la historia a unque es muy importante para saber y entender y comprender cada detalle del pasado
dayana zambrano CI:13162625
Sección 2 Nocturno